No es mi intención describirme a mí mismo, ya que pienso que esa es una tarea que corresponde a los que te conocen de verdad.

              Tus actos son el más claro reflejo de tu personalidad y  el sabor que dejas en los demás es la esencia de  tu comportamiento.

Ni soy ni pretendo ser el mejor Ilusionista del mundo, pero si que busco que todo aquello que hago dentro de la magia refleje la dedicación, el amor y el cariño  que se pone tanto encima de un escenario como en un encuentro casual.

Para conseguir eso, procuro compartir  con los que  para mí son los mejores magos que hay,  aquellos que  reflejan su pasión, entrega y cariño por el ilusionismo, con independencia  de  su fama o  sus beneficios.

Vaya por los que fueron, los que son y los que serán.

 
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